31 agosto, 2011

Serra de ses Figueres


El esquemático perfil de Cabrera al sur de la isla de Mallorca, en el precioso Kitab-ı Bahriye (Libro de las materias marinas, 1526) basado en el mapa del almirante turco Piri Reis, apenas marca las ensenadas donde fondear. En nuestra visita de este año, en cambio, fuimos tierra adentro, arriba, recorriendo la cresta de la Serra de ses Figueres (Sierra de las Higueras). Allá, desde algún punto se ven simultáneamente el puerto, «S'Olla» (la olla) pequeña cala del lado opuesto, los cinco «Estells» o farallones que marcan el límite meridional del parque, al sur, y, al norte, señalando el camino a Mallorca, la isla de «Conillera» (Conejera) con los islotes que la rodean.



A fines de agosto, la cañaheja seca (Ferula communis) ha perdido el amarillo vivo de sus flores. Es un tronco que apenas pesa nada, como la madera de balsa, y con el que se pueden fabricar pequeñas embarcaciones o flotadores. Con ella a modo de yesca, cuenta Hesíodo, Prometeo robó el fuego de los dioses.



Al contrario que la cañaheja, la «ceba marina» (cast., cebolla albarrana; Urginea maritima, antes denominada Scilla maritima) empieza a florecer ahora. En Cabrera crece en lugares sin apenas tierra, en los pedregales y casi hasta el nivel del mar.

28 agosto, 2011

Oh, Señor, han entrado las gentes en tu heredad



Ya hemos escrito que el 24 de agosto, día de San Bartolomé, es un día de luto no sólo para los calvinistas de Francia, también para los de Szék (Sic, en Rumania). En 1717 los tártaros que asolaban todo el norte de Transilvania, al haber encontrado cerradas las puertas de la rica ciudad armenia vecina de Szamosújvár / Gherla, se resarcieron entrando en la ciudad de Szék. La saquearon a conciencia y asesinaron o secuestraron a la mayor parte de sus habitantes. Solo sobrevivió un centenar de personas. Sus descendientes desde entonces llevan luto y cumplen el voto que hicieron de recordar la tragedia con tres celebraciones penitenciales en este día.




El segundo servicio, a mediodía, se dedica a la memoria. El pastor lee el relato contenido en la crónica de 1759 y los testimonios de la investigación realizada en 1771.

Tamás István, de 57 años, dice. Yo también fui secuestrado junto con otras personas de Szék, en el pantano de Kaján. Mi padre fue asesinado. Muchos todavía están allí, en manos de los paganos.

Balog György dice que 700 personas fueron hechas prisioneras en Szék. Él lo oyó de su padre y del viejo Miklós Pószás, de origen ruso.

Sipos István, de 70 años, dice. Mi padre fue secuestrado junto con los demás.

Mihály Molnár, de 68 años, dice. Una gran parte de los de Szék fueron secuestrados. Apenas un centenar quedaron, niños incluidos.

Nemes Kis Erzsébet, viuda de Havadi András, de 76 años, dice. Yo también fui secuestrada junto con otros por los paganos, recuerdo haber sido secuestrada junto con otros ciento cuarenta, de los cuales sólo sé de cuatro que fueran puestos en libertad más tarde.

Havadi András, de 43 años, dice. Sé muy bien que un gran número de personas fueron secuestradas, porque aún guardo la lista de una parte de ellos, 86 en número, que nunca han regresado. Havadi Klára fue secuestrada a la edad de 2 años y la trajeron de vuelta a Szék a la edad de 3 años y 6 meses. Murió en 1768.

Csorba Benedek, de 65 años, dice. Hacia finales de agosto de 1717 los tártaros, después de haber penetrado por el valle de Beszterce / Bistriţa, también me hirieron y me llevaron a Máramaros / Maramureş. Fui rescatado dos semanas más tarde, pero a mi hermana se la llevaron para siempre junto con otras personas de las cuales sólo unas pocas fueron puestas luego en libertad.

Faragó o István Balásfi: Sé que muchos fueron secuestrados. Yo fui rescatado de la mano del tártaro por mi padre cerca de la frontera de Szék.

Árkosi Borbála, de 73 años. Siendo una niña pequeña, estaba sentada en la cuesta de la iglesia y vi cómo los estatutos fueron destruidos. El pastor quedó vivo, pero en calzoncillos. Faragó György fue asesinado y yo fui secuestrada también. Me rescataron once días más tarde.

Kovács Márton: Contemplé desde la colina cómo la iglesia era devastada y los estatutos destruidos por los tártaros. Derribaron la puerta de la iglesia, la gente corría hacia Kaján, pero en el pantano les alcanzaron y secuestraron a un gran número de ellos.

Sós Pál, de 78 años. Mi esposa, Bardos Erzsébet, también fue secuestrada, y más de 600 junto con ella
.




Después del servicio sugerimos que dentro de seis años, cuando se cumpla el tricentenario de estos hechos, sería bueno invitar a los representantes de los tártaros para una reconciliación oficial. Conocemos a gente que la podría propiciar sin duda. Nuestros anfitriones agitan la cabeza. «Todavía es demasiado pronto», dicen.




El textus es el primer versículo del Salmo 79: ¡Oh Señor!, han entrado las gentes en tu heredad, han profanado tu santo recinto y han reducido Jerusalén a un montón de escombros. La congregación canta una antigua paráfrasis local del salmo.

öröködbe uram pogányok jöttek
meggyalázták kövét szent küszöbödnek
kezük a várost halálra vetették
orcáink sorát siralommá tették

szolgáidnak testek akik megölettek
temetetlen maradtak vagy akik megölték
ételül vetették a mezei vadaknak

hogy folyt a vér ottan a szent a drága
kövér patakokban mint a víz árja
kővé dermedtünk a nagy öldöklésre
s nem maradt szívünk méltó temetésre
Paganos vinieron, oh Señor, a tu heredad,
a profanar la piedra de tu santo umbral
sus manos han dado muerte a la ciudad,
se transforman nuestros rostros en lamento,

los cuerpos de tus siervos que fueron asesinados
quedaron insepultos, o quienes los mataron
los arrojaron como alimento a las bestias del campo,

cómo corría la sangre, santa, preciosa
en gruesas corrientes, como fluye el agua,
nos quedamos petrificados a la vista de la matanza
no teníamos fuerzas para un entierro digno.

Estamos, en Szék, al final de diez días de viaje por Galitzia, ya de camino a casa. Hemos visto mucha destrucción causada entre sí, una vez y otra, por los pueblos que viven en esta región. Este salmo bien podría servir de lema a nuestro recorrido.

26 agosto, 2011

«Tylko we Lwowie?»


«¡Sólo en Lwów!» El encabezamiento de nuestra entrada —cambiando el signo de interrogación por el de exclamación— fue primero título de una canción cuyas letra y música escribieron Emanuel Szlechter y Henryk Wars, figuras muy conocidas de la vida literaria de pre-guerra en Lwów y, junto con Wiktor Budzynski, responsables del programa dominical, que duraba todo el día, Wesoła Lwowska Fala, «La Feliz Onda de Lwów», escuchada a lo largo y ancho de Polonia. También colaboraron en la película Włóczęgi (vagabundos), que convirtió al admirado dúo radiofónico de Lwów, Szczepko y Tonko en nuevas estrellas de cine. La canción —interpretada en la película por el actor armenio de Lwów Jerzy Michotek que, después de pasar varios años en distintos  campos de prisioneros soviéticos, trabajó tras la guerra para la radio recién creada de Wrocław, Polonia, y en 1990 publicó sus memorias con este mismo título— se convirtió en un himno para los expatriados de Lwów y lo ha continuado siendo hasta nuestros días. De momento reservamos esta canción y su traducción para ilustrar una próxima entrada.


Es también el título de un estudio realizado por Olena Onufriv, directora del departamento de música de la radio de Lviv, publicado en el volumen Lemberg: eine Reise nach Europe (Berlín, 2007). El estudio comienza con este resumen:

«Cuando en septiembre de 1989 se celebró en Lviv con gran solemnidad el 50 aniversario de la radio local, la generación nacida después de la guerra no encontró en ello nada de particular. Sólo las personas mayores pudieron extrañarse, ya que aún recordaban bien las retransmisiones de antes de la guerra, por ejemplo a Szczepko y Tonko, cuyos divertidos diálogos hacían reír a toda la ciudad, y que en 1936 y 1939 también ejercieron de estrellas de cine. Por supuesto, la radio transmitía en polaco en aquel entonces. Y lo mismo pasó con la Orquesta Filarmónica local y con el Conservatorio, cuya existencia se contaba igualmente desde 1939 a pesar de haber existido durante medio siglo en Lemberg y Lwów. La redacción de la radio de Lviv reaccionó sólo en 1999, en el supuesto aniversario sexagésimo de la radio, exigiendo entonces el reconocimiento de la verdadera fecha de fundación, el 15 de enero de 1930. Con todo, hasta hoy aún no se ha llevado a cabo oficialmente.»

Personal de redacción de la radio de Lwów en los años 30 (sentados en el suelo: Tońko y Szczepko)


No se sabe cuando empezó a emitir la primera radio en Galitzia. Los primeros documentos de la policía son de 1927. En aquel momento la posesión de un aparato de radio precisaba de una licencia más el pago de una cuota, y en ese año la policía requisó 56 receptores ilegales, mientras que en 1934 el número alcanzó los 457. A su vez, la difusión de la radio nacional se inició en 1929, y la recién formada Compañía de Radio Polaca de Lwów anunció el 17 de septiembre 1929 —exactamente diez años antes de su cierre— la creación de la emisora ​​de radio de 10 kW a las autoridades municipales.

Estaciones polacas de radio en 1939

Incio de la radio de Lwów en la feria nacional y su edificio, que aún permanece, en la calle Bátori, 6


El programa de más exito de la radio de Lwów fue, además de «La Feliz Onda de Lwów», el diario «La Feliz Semana de Lwów», una versión radiofónica del famoso cabaret de Lwów. Se publicaba un sumario en los periódicos matutinos, y por la noche se emitía el diálogo cómico aderezado con las canciones de Szlechter y Wars, interpretadas por Aprikosenkranz y Untenbaum (Mieczysław Monderer y Adolf Fleischer), que popularizaron en todo el país el tipo de humor judío de Galitzia y el dialecto yidis de Lemberik, o por Szczepko y Tonko, representantes de una determinada subcultura de Lwów, la del suburbio de Lyczaków (el barrio del hampa de la ciudad) —casa de «los chicos de Lyczaków» que en 1920 defendieron la ciudad sitiada— y que hablaban con la típica cantinela del «argot de Lwów», fuertemente mezclado con  ucraniano, húngaro, yidis y alemán. Incluso llegaron tan lejos como para invitar al gobernador de Polonia Józef Pilsudski en su cumpleaños probar la famosa salchicha de Lwów, a lo cual respondió el mismo día Piłsudski agradeciéndolo en un telegrama. Por esto sabemos que las mejores salchichas de Lwów se pueden comprar en casa de la tía Bandziuszkowa. El telegrama se pudo contemplar hasta septiembre de 1939, enmarcado en la pared del estudio.


Los diarios de Lwów informan sobre los diálogos de la radio, y en su última página publican más detalles

También fue famosa la sección de música de la radio, dirigida por Adam Sołtys, gracias a la cual casi todo el país pudo escuchar por primera vez la música de Ucrania. En 1939 retransmitieron la primera ópera ucraniana, escrita por Petro Nichnsky, y varios cantantes tradicionales ucranianos, como los miembros del cuarteto masculino Jevhen Kosak aparecían con regularidad en el programa.

La torre de radio fue bombardeada el 16 de septiembre de 1939 por el ejército alemán, y su estudio fue saqueado al día siguiente por el ejército soviético. La grabación de una sola de sus emisiones —donde un paciente de un sanatorio mental se convierte por error en jefe de oficina y aterroriza a sus subordinados— sobrevivió en Varsovia. Se desconoce el destino de Fleischer y Monderer. Szlechter murió en 1943, a la edad de 37 años, no sabemos dónde. Wars pudo emigrar a tiempo y montó junto con varios antiguos compañeros el Teatro de la Feliz Onda de Lwów para entretener al ejército polaco exiliado en el frente. Después de la guerra todos quedaron viviendo en el Oeste.

Y aquí iba a terminarse esta historia de no haber recibido hace unos días un comentario de Alfanje tras haber publicado nuestro mapa de los monumentos de Lwów, donde incluimos dos fotos de las inscripciones multilingües que han sobrevivido milagrosamente en la fachada de una lechería de Lviv.



Al leer seguido el blog de Alfanje, tan concentrado e informativo gracias a su aguda mirada, encontramos la entrada del 26 de julio donde publicaba una foto con una placa conmemorativa en el lado sur de la plaza principal de Wrocław.


W tym domu w. 1945 r mieściła się pierwsza
siedziba Polskiego Radja we Wrocławiu.
W 25-ta rocznicę nadania
pierwszej Polskiej audycji na fale eteru
Towarzystwo Milośników Wrocławia

29 września 1971


En esta casa estuvo en 1945 el primer
estudio de la Radio Polaca de
Wrocław.
En el 25 aniversario
de la transmisión de Polonia por las ondas del éter,
la Asociación de Amigos de Wrocław

29 de septiembre de 1971

El personal de la radio polaca, que comenzó a transmitir en Wroclaw casi exactamente seis años después de que la radio de Lwów fuera silenciada, llegó de Lwów a Breslau en aquella gran oleada que resume de forma concisa Adam Zagajewski, dejando a otros escritores alemanes y polacos el despliegue de los detalles:

«En el año 1945, casi toda la familia hizo las maletas y llenó los baúles preparándose para abandonar Lwów o sus aledaños. Al mismo tiempo liaban los bártulos innumerables familias alemanas obligadas a dejar sus casas y sus pisos de Silesia, Danzig, Stettin, Allenstein y Königsberg. Millones de personas comprimieron con las rodillas las tapas rebeldes de maletas que no cerraban bien. Ocurría así por orden de tres caballeros de edad provecta que se habían dado cita en Yalta».

Así fue como la radio de Wrocław comenzó a emitir en 1945, en parte con personal exiliado de Lwów, como Jerzy Michotek, y así es como llegó a alcanzar su 25º aniversario en 1971. Sin embargo, al igual que en las celebraciones del cumpleaños en Lviv, esta placa conmemorativa no menciona que ya antes otra radio había estado trabajando en Breslau, que en 1945 podría haber celebrado el 21º aniversario de su fundación.







La Schlesische Funkstunde de Breslau comenzó sus emisiones el 26 de mayo de 1924. Desde aquí se transmitió el Hallo! Hier Welle Erdball! de Fritz Walter Bischoff, la última gran obra para radio de la República de Weimar (1928), así como el Leben in dieser Zeit, de Erich Kästner, su obra de mayor exito, antes de que el gobierno nacional-socialista quemara públicamente todas las obras de este autor. Acerca de esta radio se puede leer en detalle (con muchas ilustraciones) en las memorias de Hans Ulrich Berkner, y algunas de sus fotos se encuentran en el sitio histórico de la radio de Wroclaw (de donde hemos seleccionado las imágenes de arriba). Su antigua sintonía se puede escuchar en la colección de sonidos de la «Radio Eshibition» húngara:


Radio Breslau, sintonía anterior al 7 de febrero de 1945

Esta estación de Radio Breslau en Gleiwitz, en la frontera polaca, fue atacada el 31 de agosto de 1939 por un grupo de soldados alemanes de las SS en uniforme militar polaco, generando así un pretexto para la invasión de Polonia (la llamada «Provocación de Gleiwitz»). La acción estuvo a punto de fracasar, ya que los atacantes no sabían que allí se estaba operando desde hacía años sólo como estación repetidora de la torre de Breslau, y no se emitían programas propios. Por este motivo, durante largas horas fueron incapaces de difundir el comunicado de la provocación: «¡Atención, la estación de Gliwice está, finalmente, en manos de Polonia, la hora de la libertad ha llegado! ¡Viva Polonia!»

La estación de Gleiwitz (hoy Gliwice) en 1939

Éter, el «quinto elemento», quinta essentia, era en la filosofía natural griega la materia superior, cuyas reglas estaban por encima de las de los otros elementos. Antes de la llegada de la televisión y de Internet, como demuestran los ejemplos anteriores, era evidente que quien controlara el éter controlaba el presente, y como bien sabemos desde Orwell, quien controla el presente controla el pasado. Y quien controla el pasado controla el futuro.

El 22 de junio de 1941 la radio de Moscú anuncia el comienzo de la Guerra, que ya estaba en marcha desde hacía dos años y medio


Na falach eteru. “En las ondas del éter”. Marcha de los soldados polacos. Interpretada por la banda militar de Kielce

16 agosto, 2011

Río Quiviesa



El valle del Quiviesa, de Potes al Puerto de San Glorio.

El municipio de Vega de Liébana da nombre hoy a toda esta zona lebaniega que antes se conocía como Valle de Cereceda. Agrupa unos 23 núcleos habitados a lo largo del cauce del río y es un paso de enlace importante entre el Camino de Santiago de la costa y el Camino Francés.



Valmeo. Casi pasa desapercibido al empezar la carretera. Hay que cruzar el río, a la derecha, por uno de los dos puentes y aparece abajo, entre una vegetación densa por la proximidad del agua. En este pueblo está la casona medieval de los Colmenares, una familia que cuenta con varios personajes famosos, predicadores, marinos, diplomáticos y, en el siglo XIX, el levantisco don Manuel de Colmenares y Prellezo, sublevado en 1823 en el bando más conservador que quería liberar a Fernando VII de sus obligaciones constitucionales y reinstaurar el absolutismo tradicional (ciertamente, para conseguirlo tuvieron que intervenir, aparte de don Manuel, Los Cien Mil Hijos de San Luis.) En Valmeo escribió una encendida proclama, armó a los insurrectos y capitaneó una compañía de unos 1.600 voluntarios, fervorosamente apoyados por el clero de Liébana: consta que el prior del Monasterio de Santo Toribio fue precisamente el encargado de dotarlos de armas y municiones. Por otra parte, la pequeña iglesia de Valmeo cuenta con una sencilla puerta de medio arco del siglo XV enmarcada por un alfiz con bolas. Llama la atención en la mayoría de los pueblos de Liébana los pocos miramientos a la hora de colocar cables, postes y aparatos eléctricos o de teléfonos en los edificios históricos. En esto nos sentimos como en casa.



Tudes. Aquí cerca, en Porcieda, quedan restos de un antiguo monasterio dedicado a Santiago. Tudes, alta en la ladera, se dedicaba a estas últimas horas de la tarde a recoger el heno. Es un pueblo vivo, con una posada turística acogedora, que ha respetado bien la arquitectura tradicional, justo al lado de la iglesia del siglo XVI. Como en casi todas las ocasiones, al estar la iglesia cerrada no pudimos ver los dos famosos retablos de los siglos XVI y XVII que guarda.



Campollo y Maredes forman unidad, pero cada uno tiene su iglesia. En la de Campollo, con este aire de abandono, hay varias tallas de los siglos XVI-XVIII y un sillón nobiliario, de patrono, con el respaldo tallado también del s. XVIII. Hay dos ermitas muy pobres, la de la Magdalena y la de las santas Justa y Rufina. Esta última es de 1573, según una inscripción interior. Un grafiti del atrio de la iglesia de Campollo, nos devuelve a un pasado más próximo, cuando la mayoría de iglesias de España ostentaban el nombre de José Antonio Primo de Rivera en su fachada. Una prueba más de que aquí el tiempo corre más despacio. O un indicio de cómo es el clero de la zona.



Toranzo. En la vertiente opuesta a Campollo y Maredes, su iglesia tiene una pila bautismal medieval y una  talla de san Antonio Abad del s. XVIII. El origen fechable del pueblo es 961. Como en algunos otros de estos pueblos que aprovechaban la fuerza del agua, hubo aquí en otro tiempo una fragua y un molino, ahora casas remendadas, escudos sobre las puertas, flores, silencio.



Bores. Por supuesto, no vimos ni rastro de la famosa «moçuela de Bores» que siempre se cita porque «puso en amores» al Marqués de Santillana en una de sus serranillas. Ni tampoco a ninguna de sus posibles descendientes. Bores, como ocurre con Maredes y Campollo, tiene también un barrio un poco apartado, Campo, donde el mismo don Íñigo López de Mendoza, Marqués de Santillana, construyó dos grandes torres separadas por unos ochenta metros. Queda de ellas algo más que de la «moçuela», pero en trance de desaparecer definitivamente. Quedan pastores, eso sí, pero afortunadamente ninguno tan joven como el de abajo, fotografiado en los años 50, ha de ganarse la vida en la montaña.




Enterrías. Este pueblo quiere seguir en el mapa porque tiene argumentos para ello desde el s. XIII, cuando se fundó el Monasterio de San Pedro de Montero, cuyos únicos restos quizá sean las famosas celosías prerrománicas halladas no hace mucho. Cuando llegamos, un grupo de trabajadores estaban restaurando la casa barroca de los Gómez de Enterría. Nos asomamos y el dueño, muy amablemente, nos invitó a entrar y ver las inmensas bodegas sobre las que está construida y los muebles del siglo XVIII, ahora cubiertos del polvo por las obras, mientras nos hablaba de las dificultades y el coste que, aunque esté subvencionada, supone mantener una casa así. Y además, se quejaba, «los de Patrimonio» aún protestan porque hizo un tejado demasiado moderno para aislarse mejor del frío en invierno. También se ha abierto una atractiva posada y un conjunto etnográfico en la Casa de las Doñas.



Dobarganes. Estamos ya casi a mil metros de altitud y desde aquí parten varias pistas forestales hacia más arriba, al Pico Jano, por ejemplo.

Resultado de una batida de zorros en la parte alta del valle.




Estos son los pueblos más altos de la vega del Quiviesa. Antes de llegar a Ledantes nos asomamos al Mirador de Peñallana. Un poco más allá llegamos a Dobres. La carretera tiene varios túneles que enlazan poblaciones muy próximas, pero sin ellos la comunicación era casi imposible. De hecho, son obras modernas. La carretera de Bárago a Dobres se empezó a solicitar formalmente en 1924, se inció en 1946 y no se acabó hasta 1967. Los túneles a Cucayo empezaron a perforarse en 1946 y se abrieron al tráfico tres años más tarde. Cucayo (abajo) está ya encajonado al final del camino y mira desde arriba la perspectiva de todo el valle. Desde hace poco cuenta también con una posada.



Más arriba, antes de que la carretera abandone el valle en dirección a León, solo está el Puerto de San Glorio (1609 m). Pasándolo, queremos llegar hasta el lindero y pisar el primer pueblo de la provincia de León, Llánaves de la Reina. La vegetación en esta otra vertiente es más rala y las rocas más áridas. Nos hemos alejado del influjo del mar que atempera Liébana y entramos en una pradería menos húmeda, de inviernos muy fríos. Un debate vivo en San Glorio es si construir o no una estación de esquí. De hacerlo, a buen seguro se acabaría con la escasa población de osos pardos que aún sobreviven en los valles y que encuentran por aquí las vías de comunicación entre los bosques.

 Llánaves de la Reina. Foto: Eusebio Bustamante.

Llánaves de la Reina. En el año 1911 solo la iglesia parroquial estaba cubierta con tejas. Las casas se techaban como esta, con paja de centeno. Es una paja dura y tiene los haces largos, más que la de trigo. Tiene que colocarse con gran precisión y siguiendo una técnica muy ajustada, pero presenta grandes ventajas sobre el tejado de barro o piedra. Entre otras, su mayor aislamiento en invierno. Un tejado de paja de centeno podía durar alrededor de veinte años sin tener que reponerlo.